¿Alguna vez has pensado cuáles son los aportes de nuestro sector a la sostenibilidad?
Las tendencias se pueden definir como corrientes de cambio que son identificadas tras exhaustivos análisis, investigaciones y la constante observación realizada por diferentes consultores a nivel global sobre los comportamientos de consumo, la cotidianidad y diversos patrones que caracterizan a la sociedad en momentos determinados.
En la actualidad, la sostenibilidad se posiciona como una de las tendencias más relevantes en el mundo de los negocios. Los consumidores y la población en general también están tomando conciencia de que el mundo y la forma en que concebimos las empresas deben dar un giro hacia la idea de desarrollo sostenible. Sin embargo, el concepto en sí mismo aún genera ciertas inquietudes que vamos a aclarar a través de un ejemplo en la industria de la cobranza, que a menudo se percibe como una simple herramienta para recuperar deudas, pero su impacto en la economía y su compromiso con la responsabilidad social empresarial va mucho más allá.
Es importante entender que la responsabilidad social de una organización no se debe asumir como las acciones que, enmarcadas en la filantropía, buscan hacer que una empresa sea reconocida como benefactor de algún colectivo particular. Como la misma denominación lo manifiesta, es una responsabilidad con la sociedad desde el momento en que se funda el negocio, donde la empresa se responsabiliza de aportar valor desde el core de su actividad económica en diferentes frentes y teniendo en cuenta una serie de aspectos que repercuten tanto al interior de la organización, como en los diferentes grupos de interés con los que interactúa.
Para entender la articulación entre la definición anterior y la sostenibilidad, encontramos que la responsabilidad social es un medio y la sostenibilidad es el fin al que se desea llegar, pero más que desde esa responsabilidad adquirida, desde una óptica de compromiso y propósito, pues atendiendo a los cambios que implica el desarrollo, necesitamos un nuevo modelo económico que garantice un equilibrio más justo a nivel social y que limite los impactos negativos sobre el medioambiente, sin descuidar la rentabilidad, pues más allá de ser la intención fundamental de un negocio, representa un aporte de valor significativo para la economía y la sociedad de un país. Estos tres aspectos forman lo que se conoce como el triple impacto de la sostenibilidad, que busca equilibrar las consideraciones sociales, ambientales y económicas en las decisiones empresariales, reconociendo que el éxito a largo plazo de una empresa depende de su capacidad para generar beneficios no solo para sus accionistas, sino también para la sociedad y el medio ambiente en general.
La administración de cartera es una industria en constante cambio y adaptación, pues más allá de las nuevas regulaciones, el cambio en las necesidades y expectativas de las personas implica hacer ajustes en tiempo real sobre los diferentes procesos que apalancan este sector. Es así que hemos consolidado acciones que dan muestra de ese compromiso sobre el triple impacto que satisface las necesidades actuales y garantiza el desarrollo de las futuras generaciones.
Un motor económico
La conciliación desempeña un papel crucial en la movilización de la economía. Al ayudar a las instituciones generadoras de crédito a recuperar sus portafolios, no solo garantiza la circulación del dinero, sino que también promueve inversiones y genera rentabilidades significativas para el país. Esta dinámica asegura que el flujo de crédito continúe, permitiendo a las empresas expandirse y a los individuos alcanzar sus metas financieras.
Educación financiera y apoyo
Las empresas de recuperación de cartera no solo se centran en esta actividad. Parte de su labor es comprender las situaciones particulares de los usuarios de servicios financieros, pues cada individuo tiene una condición única, con sus propios retos y objetivos, y al entender esto, la industria de la conciliación busca ofrecer soluciones adaptadas a las necesidades de las personas para mantener a los usuarios dentro del sistema financiero, ya que de esta forma pueden hacer frente a sus dificultades económicas.
Profesionalización y empleo
La industria del BPO y la recuperación de cartera ha sido pionera en la formación y profesionalización de su personal. Al hacerlo, no solo garantiza un servicio de calidad, sino que también genera empleo y mejora la calidad de vida de miles de personas, pues detrás de cada persona en la industria hay una familia que se beneficia. Un empleo estable significa poder llevar comida a la mesa, ofrecer educación a los hijos y tener la seguridad de un techo sobre la cabeza. Esta inversión en capital humano refleja un compromiso genuino con la sostenibilidad.
Tecnología y protección de datos
Con la digitalización, la industria de la conciliación ha adoptado tecnologías avanzadas para gestionar y proteger la información del cliente. Esta adaptación tecnológica no solo optimiza los procesos, sino que también salvaguarda los datos de los clientes, promoviendo la regulación y autorregulación en beneficio de la tranquilidad de las personas.
En este sentido, la industria ha demostrado una capacidad notable para innovar. Ya sea en aspectos tecnológicos, relacionales o de mercado, la recuperación de cartera ha apoyado la aparición de nuevos productos y servicios financieros, adaptándose a las cambiantes necesidades del mercado.
Mediador de Conflictos
Más allá de la recuperación de deudas, esta industria actúa como un puente entre deudores y acreedores, gestionando la resolución de conflictos y evitando costosos y prolongados procesos jurídicos. La labor de mediador de conflictos en la industria de la conciliación es esencialmente humana, es una forma de sanar heridas y tejer lazos. Al valorar y promover esta mediación se contribuye a la construcción de una sociedad más justa, comprensiva y solidaria.
Servicios responsables con el ambiente
Las empresas que se han tomado en serio el compromiso contemplan su impacto ambiental, es decir que teniendo en cuenta la legislación vigente, implementan políticas ambientales donde una de sus acciones más importantes es la medición de la huella de carbono generada a través del uso de la infraestructura con la que soportan su servicio. Esto les permite planificar sus inversiones para compensar de forma eficiente esta repercusión en el medio ambiente a través de iniciativas que le apuestan a la conservación del planeta.
La conciliación va más allá de ser una herramienta para recuperar deudas. Representa un pilar económico, promueve la sostenibilidad y aboga por la educación y el bienestar financiero. Así mismo, otras industrias pueden reconocer su papel en el desarrollo sostenible, adoptando este compromiso de manera genuina y no solo como una estrategia de marketing alineada con la tendencia, finalmente asumir esta responsabilidad es una necesidad que contribuye activamente a la construcción de un futuro que podamos disfrutar.
Julián Alfonso Herrán
Gerente de Innovación y Sostenibilidad de AECSA
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