¿Será que un PAD descentralizado y establecido por los propios bancos se traducirá en mayores beneficios para los colombianos?
Un escenario tan sombrío, como la lenta recuperación posterior a la cuarentena, demanda una mayor presencia del Estado para amainar el impacto que la crisis le está causando a muchísimos colombianos y en ocasiones, esta intervención gubernamental puede venir en forma de auxilios, concesiones y plazos más amplios para todos aquellos que acudan al sector financiero para hacerle frente al problema.
De acuerdo a este concepto, en marzo de 2020 el Presidente Iván Duque puso en marcha el Programa de Acompañamiento al Deudor el cual contemplaba diversas medidas para apoyar a personas jurídicas y naturales, con alivios y prórrogas que iban desde la redefinición de las cuotas para el pago de los créditos, plazos y tasas de interés, hasta un impedimento expreso a las entidades financieras de incrementar el costo de las obligaciones. Pues bien, arrancando el mes de septiembre nos desayunamos con la noticia de que el PAD había llegado a su fin.
Pero antes de cerrar este blog y abrir Twitter para expresar la indignación, entendamos bien de que se trató la medida y por qué se tomó la decisión de suprimirla de la agenda pública. Al PAD se acogieron 2´217.063 deudores que redefinieron la liquidación de pasivos por un poco más de 32,7 billones de pesos y durante el lapso que lleva en vigencia la pandemia, el sector financiero ha desembolsado un total de 411,2 millones de créditos por 514,26 billones, con un cumplimiento en los pagos del 90,3% de la cartera.
Muchos de estos auxilios financieros han beneficiado a PYMES golpeadas por los encierros, sin embargo la crisis económica está muy aguda y existen varios sectores que aún no han podido equilibrar sus cuentas durante la reapertura, por lo que se estima que el desempleo se demorará en bajar de forma consistente hasta el año 2023, lo que generó que se aprobara la prórroga del programa hasta finales de agosto.
Conforme a cifras del DANE, durante diciembre de 2020 la economía nacional cayó en un 6,8%, lo que representó un torpedo para el balance de situación de empresas pertenecientes a la construcción, el transporte, servicios y alojamiento, que se vieron en la obligación de acceder a créditos para evitar despedir personal o cerrar.
La decisión de terminar con el programa, comunicada por la Superintendencia Financiera de Colombia, también le da vía libre a las diferentes organizaciones del sector financiero para que sean estas quienes estipulen sus propios sistemas de aelivios para sus deudores, transformándose en un factor de competencia entre las mismas que beneficiará a todos los agentes del mercado.
Según Hernando José Gómez, presidente de Asobancaria, el Banco de la República debería esperar hasta diciembre para subir los tipos de interés 25 puntos básicos, lo que los cifraría en un 2% y generaría que el flujo constante en la aprobación de créditos por parte del sector bancario durase hasta diciembre.
Pero como en el mundo lo único que no existe son las verdades absolutas, solo nos queda preguntarte tu opinión. ¿Será que un PAD descentralizado y establecido por los propios bancos se traducirá en mayores beneficios para los colombianos? Los resultados del PAD fueron prometedores (al menos) y ahora solo quedará contrastarlos con los del nuevo modelo, como decían nuestros padres: amanecerá y veremos.