“Copien lo que los países ricos hicieron para hacerse ricos. No copien lo que hacen ahora que ya son ricos”Milton Friedman, Premio Nobel de Economía, 1976.
Escuchar Irlanda es pensar en la cerveza o en Liam Neeson repartiendo puños, pero jamás en que ese país es el segundo más rico de la eurozona. Los duendes tienen en sus ollas más oro del que pensábamos y hoy ganan más que los ingleses o suizos, algo sorprendente ya que en 1960 eran poco más desarrollados que Colombia y uno de cada cinco estudiantes irlandeses emigraba a EEUU o Australia, por lo que Sydney o Boston hoy tienen más descendientes irlandeses que Irlanda.
Pero hoy el país es sede europea de las empresas tecnológicas más importantes del mundo y si bien Irlanda tiene bajos impuestos corporativos, si el éxito dependiera de eso, Liberia sería un paraíso capitalista y con buscar en Google imágenes de Monrovia, su capital, verás que no es así. ¿Entonces qué hizo Irlanda para ser una súper potencia?
Irlanda es un país muy jóven, nació en 1922 y antes de su independencia había pertenecido siempre a la corona británica. Las relaciones entre irlandeses e ingleses eran pésimas y al separarse, Irlanda cortó relaciones con Inglaterra y de paso, con todo el mundo.
El gobierno apostó por un modelo autosuficiente prohibiendo que los extranjeros adquirieran o invirtieran en empresas nacionales ya que la Gran Depresión del 29, no le hacía buen marketing al libre mercado, lo que sumió al país en una crisis económica que mató de hambre a más de un millón de irlandeses durante los 40´s, la gente comenzó a emigrar y en pocos años la población se redujo a la mitad.
Era lógico, el proteccionismo rara vez sirve y si a una economía pequeña escasamente industrializada le impides importar, terminas transformando a Irlanda en el líder de exportación en una cosa: irlandeses. Piénsalo, en un país tan pequeño es imposible encontrar todos los recursos para surtir cadenas de producción o suministro y sí la opción de adquirirlos por fuera se limita por aranceles e impuestos, el resultado es una economía incapaz de generar valor ni mucho menos riqueza.
A mediados de los 50´s, el gobierno Sean Thomas O´Kelly dio los primeros pasos hacia la libertad económica con pésimos resultados porque aplicó una parte de la receta. Se establecieron tres regímenes especiales, el primero para servicios financieros en Dublín, el segundo creó una zona económica especial en el Aeropuerto de Shannon y el tercero benefició la fabricación de bienes en todo el territorio. Lo anterior con un tipo reducido del 10% de impuesto sobre sociedades con el que Irlanda se abría al mercado internacional y a la inversión extranjera. Pero el país llevaba décadas aislado, sus compañías tenían procesos del siglo 19 y la llegada de empresas y productos extranjeros quebró la industria local, engrosando el desempleo y la pobreza.
Los impuestos bajos atrajeron multinacionales como Apple o Hewlett-Packard, no para contratar mucha gente sino para establecer sedes fiscales con dos contables para tributar menos que en sus países, generando que en 1987 el desempleo subiera al 17% y los salarios fueran un tercio de los ingleses. Al no reducir el gasto público al tiempo que los impuestos empresariales, los trabajadores tributaban hasta el 60% del sueldo para mantener un estado que quería ser Dinamarca con las finanzas de Cundinamarca.
El dilema político de los 80's fue “¿cómo hacemos para que las multinacionales generen empleo?”. Con la duda llegó el gobierno de Charles Hagney, quien debutó acordando con los sindicatos que los sueldos crecerían al mismo ritmo de la economía, recortando el gasto público y bajando el impuesto de renta; así no subieran salarios, los irlandeses tendrían más dinero libre incrementado su poder adquisitivo. También liberalizó el mercado laboral, hasta la fecha los procesos de contratación y despido eran un calvario y al cambiar la legislación los resultados no tardaron en llegar.
Una década bastó para que los sueldos irlandeses superaran a los ingleses ya que todas las empresas que establecieron sedes fiscales abrieron fábricas y contrataron 2000 o 3000 personas en un proceso. Al país no solo llegaron multinacionales, también se fundaron gigantes que hoy nos benefician a todos como Guinness (cerveza), Primark (ropa y accesorios) o Ryanair (aerolínea).
Irlanda se acostumbró a vivir demasiado bien. Nacieron empresas que celebraban bodas en helicópteros y era normal recibir champán mientras esperabas a tu novia en una peluquería de Dublín. Los bancos daban créditos a todo el mundo y el Nobel de economía, Paul Krugman, vaticinó el colapso de la economía irlandesa. Cómo dándole razón, la proximidad con EEUU generó que Irlanda fuese el primer europeo en entrar en recesión por la crisis financiera de 2008.
En el primer trimestre de 2009 el PIB cayó un 8,5% y el PNB un 12%, el desempleo llegó hasta los 326.000 parados que protagonizaron las protestas más agresivas de la historia moderna del país. El gobierno pidió un rescate de 67.500M de USD (el 40% de su PIB) para salvar su sistema financiero y para pagarlo optaron por recortar el gasto público: bajaron salarios de los funcionarios un 14% y cerraron más de 40 agencias gubernamentales, lo que agudizó las manifestaciones. Krugman fue muy crítico con las medidas y en 2010 las calificó como un “austericidio, un crimen castigador del pueblo por los errores banqueros”.
Dos años más tarde de las declaraciones del Nobel el país salió de la crisis y hoy, evaluando el ingreso medio y no el PIB Per cápita, los irlandeses son más ricos que los americanos. Desde 2012 el país creció como la espuma, las subidas del PIB van desde el 1,1% en 2013, el 26% en 2015 y el 6,2% en 2020 (sí,en el Covid), lo que motivó a Krugman a investigar la trampa de este indicador, como te lo contamos en las publicaciones de nuestras redes, anteriores a esta entrada.
Si bien el PIB no es leal, omitir el desarrollo del país es necio. Irlanda no solo es un paraíso de bajos impuestos, su legislación de empleo e innovación la ubica en las 15 economías más diversificadas del mundo según el Índice de Complejidad Económica, un músculo productivo que no se basa únicamente en empresas extranjeras sino que creó múltiples compañías locales líderes en sus sectores.
¿Sabías que Irlanda es potencia de la aeronáutica? Empresas como AerCap o Avolón son las encargadas de alquilar aviones a las aerolíneas y en realidad el 22% de las aeronaves comerciales del mundo provienen de Irlanda y esta industria genera en el país más 42.000 puestos y aporta más de 4000M de USD al PIB. A esto súmale que las tecnológicas emplean más de 25.000 personas capacitadas, lo que facilita reponerse de cualquier crisis. Irlanda es rica por lo que son ricos todos los países ricos: por sus empresas. ¿Qué podríamos aprender en Colombia?